Según Juan Carlos De Pablo, el presupuesto 2004 prevé para la aerolínea estizada Líneas Aéreas Federales S.A. la suma de 30 millones de pesos de ingresos por venta de pasajes, y calcula además egresos por 115 millones.
La diferencia, un déficit de funcionamiento de 85 millones, será aportada por todos los argentinos para subsidiar a un puñado de empleados y a no muchos más privilegiados que pueden darse el lujo de viajar en avión, fundamentalmente ricos y políticos.
Esta es la patria socialista en acción. Una línea aérea, el correo, los trenes de la provincia de Buenos Aires. Todo vuelve a manos estatales, y según cifras oficiales con un enorme grado de ineficiencia.
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