28/1/2004

El nuevo Senado.
Se ha puesto de moda decir "el nuevo Senado" para diferenciar el actual de aquel oscuro cuerpo legislativo que supimos tener en otros tiempos y que hoy nos avergüenza recordar. Descubrimos un acto de corrupción durante la gestión de De la Rúa, pero afirmamos sin temor a equivocarnos que debe haber sido una práctica aún mucho más difundida durante el gobierno de Menem. ¿De qué otra manera pueden entender los "comunicadores progresistas" que senadores del pueblo, ¡peronistas!, hubieran permitido la vil entrega de la soberanía popular, del patrimonio nacional, de las empresas estatales al interés foráneo?
Este fenómeno tiene que ver con el efecto "refundación de la república", "nueva Argentina" o como quieran llamarlo. Cada presidente decide hacer borrón y cuenta nueva. Todo se hizo mal durante los gobiernos anteriores y por eso hay que dejar de lado lo que se estaba haciendo y hacer cosas distintas.
El nuevo senado es el de la suspensión y posterior expulsión del juez Moliné O'Connor, del nombramiento del juez evasor y socio de un secuestrador Zafaroni, es quien dará tambien el acuerdo para la jueza inquisidora Argibay, porque a diferencia del "viejo senado", este también nos asegura una mayoría automática.
¡Sí, Néstor!