La diferencia entre la imagen del prisionero de guerra iraquí parado sobre un cajón con cables conectados a sus manos al que soldados americanos amenazan con electrocutar si baja los brazos y la del ciudadano argentino a quien su gobierno amenaza con fuertes sanciones monetarias si no accede voluntariamente a morirse de frío en el próximo invierno es sólo una cuestión de matices del mismo problema: el autoritarismo sin límites de algunos funcionarios del Estado
La novedad es el aumento de salarios estatales y jubilaciones.
Dos análisis:
Aumentan el mínimo. Si siguen así, todos ganarán el mínimo y se habrá cumplido la pesadilla de Discépolo: Lo mismo un burro que un gran profesor.
Ya que aumenta la recaudación, ¿no se les ocurrió que en lugar de darle más sangre a la garrapata se la podrían devolver al perro, que ya está bastante anémico? ¿Por qué no reducen la carga tributaria?
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El plan de la única oposición existente: Reflotar el Altar de la Patria.
Si estos no son los setenta, los setenta ¿dónde están?
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