28.5.08

3/3/2004:

State of the Union 2004:

El Presidente merece toda la buena voluntad que pueda obtener, y todo el aliento que se merece en una semana que lleva a decisiones cruciales sobre la deuda. Pero nos merecemos que se nos diga algo más sobre el modo en que el primer mandatario proyecta conducir el gobierno, fuera de los enfrentamientos con acreedores, bonistas, la justicia y la policía. Ese conocimiento es necesario de manera que el sector de la sociedad que sufraga la política presidencial pueda ser de ayuda, sabiendo adónde se lo conduce.
Editorial del Buenos Aires Herald

Si bien la urgencia que plantea la negociación con el FMI y los acreedores es acuciante, también es indudable que la sociedad y en particular la inversión en la producción y los servicios necesita contar con un horizonte más extendido para formar sus expectativas y tomar sus decisiones.
Editorial del Clarín

La apelación presidencial a "un capitalismo en serio" merece ser valorada, pero debe ser algo más que un gesto voluntarista y traducirse en políticas concretas para incentivar la inversión. Esas líneas fundamentales de un programa económico y social sólido y coherente fueron las que, lamentablemente, no estuvieron presentes en el discurso presidencial ante la Asamblea Legislativa.
Editorial de La Nación

El presidente planteó su visión del Estado de la Nación. Desde "su verdad", desde "la humildad de su visión relativa" y desde "la fortaleza de sus convicciones". "Su perspectiva" no intenta "negar otros puntos de vista" ni tampoco "descalificarlos". Pero como considera que esos otros puntos de vista "no son neutros" exige a quienes no piensan como él que "sin subterfugios ni dobleces, expresen los intereses especiales que defienden". Él, es harto sabido, defiende los intereses del pueblo. Será por eso que siempre ha estado dispuesto a dialogar con todos los que piensan como él pero no con la oposición.
También nos plantea la necesidad de "construir un capitalismo en serio". Parece que capitalismo en serio es aquel en el que el protagonismo queda en manos del Estado. Le recomendamos al Sr. Presidente que lea a Alberdi.
El Sr. Presidente "sabe que no es el dueño de la verdad, ni tiene la verdad revelada", pero a él no le importa, ya que "las convicciones de una generación que dio todo por un nuevo país, aún en el marco de su propio error, siguen absolutamente firmes".
Le toca gobernar a la generación del presidente. Sus aciertos y sus errores caerán sobre todos los argentinos.

Política es el arte de hacer que tus deseos personales parezcan el interés nacional
Thomas Sowell

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