24/2/2004:

Una información publicada durante el fin de semana acerca del apoyo del gobierno a un proyecto de análisis de ADN obligatorios para las personas que se sospeche puedan ser decendientes de desaparecidos durante la última dictadura presenta un catálogo de interrogantes morales y legales que no son simples de encarar. (...) La Constitución Argentina establece el derecho a la privacidad, pero tan cambiante es la legislación y tan autoritarios los gobiernos que la constitución a menudo no recibe más que un saludo en días de fiesta. Esto representa una amenaza a los derechos individuales cuando se trata de situaciones muy delicadas.
Editorial del Buenos Aires Herald

Hay casos en los que el Estado persigue a ciudadanos por actos que éstos realizan y que no perjudican a nadie. A estos actos se los denomina "crímenes sin víctimas", como por ejemplo cruzar un semáforo en rojo cuando no viene nadie por la otra calle. Ahora se plantea la posibilidad de pasar una ley que permita la coacción del Estado sobre ciertos ciudadanos, convirtiéndolos en "víctimas sin crimen".
Con ustedes, los actores:

Una persona de alrededor de 27 años es detenida por la policía.

"¿De qué se me acusa?"
"No te preocupés, pibe. Está todo bien, pero nos tenés que acompañar."
"Yo no hice nada. ¿Por qué me arrestan?"
"Calmate, que no te va a pasar nada. No estás preso, es otra cosa."

Al llegar a un centro de detención es llevado al consultorio médico.

"Solamente queremos sacarte un poquito de sangre."
"Ustedes no tienen derecho a tenerme acá y mucho menos a sacarme muestras de sangre. ¿Qué crimen cometí para que me detengan?"
"Nada, nene. Te van a cambiar el nombre. Quedate quieto o te vas a lastimar."
"¿Qué? ¿Un estudio de ADN? Me niego rotundamente."
"Pibe, quedate quieto o te vamos a tener que detener por desacato."
"Tengo derechos. No me pueden hacer esto."
"Mirá pibe, vos tenés derechos. No te lo vamos a negar. Pero en este tema la comunidad decidió que tiene más derechos que vos."
"La corte falló a favor de preservar la privacidad por encima de los intereses públicos en el caso de Evelyn Vázquez."
"¿Y para qué te creés que cambiamos la corte?"

Dirigiéndose a los enfermeros, el oficial dijo:

"Agárrenlo fuerte de las patas y de las muñecas. Y vos sentate sobre el pecho así no se mueve."
"Noo. Nooooo."
"Carajo! Se le desgarró la vena. Encima nos vamos a tener que comer una denuncia..."