El nene se golpea la cabeza con el borde de la mesa.
Le duele mucho.
La mamá lo consuela.
Pero el nene sigue llorando.
La mamá le pega a la mesa y dice "¡mesa mala! ¡mesa mala!"
El nene empieza a odiar a la mesa.
Y se da cuenta que puede evadir su responsabilidad por haberse chocado contra el canto de la mesa.
La culpa la tiene la mesa.
28.5.08
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