28.5.08

12/3/2004:

Ayer en Parque Norte se conformó el partido de los saqueadores: Duhaldistas, montoneros, sindicalistas, caciques piqueteros, kirchneristas, todos festejando la nueva era en la que podrán, al fin, vivir de los demás.
Los creadores, los auténticos trabajadores productivos, los que son despojados de lo suyo para que todos estos parásitos hagan ostentación de su obsceno nivel de vida, deberían estar de luto.

"Esta es la oportunidad histórica... No hay que desaprovecharla", dijo Lady K. "...la senadora evocó la victoria de Héctor Cámpora en 1973, pero aclaró que no quería tener un tono nostálgico", dice hoy Página 12, donde también se puede leer que "...la titular del Banco Nación, Felisa Miceli, recordó el eslogan 'achicar el Estado es agrandar la Nación' y argumentó por qué hay que hacer lo opuesto". Para finalizar, K dijo: "Les agradezco a todos el acompañamiento y los convoco a que se incorporen en esta Argentina que nos permita avanzar. En un día como hoy, no puedo dejar de acordarme de los jóvenes radicales del 73, de los jóvenes de Oscar Allende, de la democracia cristiana, de los partidos de izquierda, del peronismo, que creían que se podía hacer un país distinto. Nosotros creemos que ahora lo vamos a hacer."

Los terroristas de entonces ya no necesitan armas ni bombas. No necesitan infundir el miedo y el espanto. Ahora llegaron al poder, aunque no tanto por los votos sino por la manipulación electoral. De todos modos, gobiernan.
Los parásitos serán cada vez más. Los productivos cada vez menos.
Los envidiosos del producto del trabajo ajeno, que se siente con el derecho a ser, tener y disfrutar sin ningún esfuerzo, han logrado colocar en el Estado a quienes se va a asegurar de esquilmar a los honestos propietarios del fruto de su esfuerzo.

Dijo Ayn Rand:
Para sostener una cultura, no se necesita nada más que una nueva base filosófica. El actual estado del mundo no es una prueba de la impotencia de la filosofía, sino la prueba de su poder. Es la filosofía la que llevó a los hombres a este estado, y sólo la filosofía puede sacarlos de él.

Los discursos de Parque Norte son el fundamento filosófico del transversalismo kirchnerista. Ellos lo llaman "pluralismo", pero quitándose las etiquetas, todos los grupos presentes piensan igual. Los demás, los que sí tenemos otras ideas, somos rotundamente discriminados. Si no somos considerados lobbyistas pagos, entonces debemos ser desenmascarados, porque nuestros puntos de vista no son neutros y defienden intereses especiales mezquinos. Ellos tienen el monopolio del interés del pueblo. Ellos tienen el derecho a pedir, a exigir. Nosotros tenemos la obligación de dar.

Hoy más que nunca tenemos que defender nuestras ideas y, como decía Hayek, salir en defensa de nuestra civilización contra el error intelectual.

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