La Nación le hizo un reportaje a Menem en la que dijo que el Gobierno "está manejado por montoneros".
Además de amedrentar al ex-presidente, el ministro del interior Aníbal Fernandez tuvo la nada feliz idea de decir que "esta expresión en un diario importante, con semejante cobertura, llama la atención. Me suena a que de inocente no tiene absolutamente nada", y acusó al diario de "que alguna vocación existe de utilizar a alguien para decir cosas del Gobierno", un reverendo disparate, si no fuera por el alto contenido de autoritaria presión censora en esas palabras, especialmente viniendo de una persona con su investidura. Como si todo esto fuera poco, se dio el gusto de descalificar intelectualmente a Mariano Grondona.
Debería preocuparse más por gobernar bien, para que de esa manera a los ex-presidentes, los diarios y sus columnistas no les quedara otro remedio que elogiarlo por sus éxitos. Lamentablemente estamos muy lejos de eso.
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